jueves, 12 de septiembre de 2013

Serum: el poder de lo más específico y concentrado

Los serums son productos que juegan un papel fundamental en el cuidado de la piel, principalmente por dos motivos:
-Están concebidos para tratar un problema concreto, es decir, para ejercer una acción muy específica: existen serums hidratantes, antiarrugas, reafirmantes, …
-Tienen una concentración de principios activos significativamente superior a la de las cremas.
En lo que se refiere a su aspecto, son más líquidos y ligeros que las cremas faciales y por ello su absorción es más fácil y rápida; además, no engrasan ni serum-facialmanchan la piel.
El serum debe aplicarse con la piel limpia, por la mañana y por la noche, y antes de la crema facial. En cuanto a la forma de hacerlo, es importante saber que deben evitarse los masajes ya que, al utilizarse en pequeñas cantidades, si realizamos un masaje quedará en la mano una parte muy importante del producto; además, la piel no necesita ninguna estimulación para absorber correctamente este cosmético. La conclusión, por tanto, es que el serum debe aplicarse siempre mediante pequeños toques.
No es necesario usar serums antes de los 25-30 años, excepto en el caso de los fumadores o de aquellas personas que están sometidas a un alto nivel de estrés, ya que es a partir de esta edad cuando empiezan a hacerse visibles en la piel los primeros signos de madurez: líneas de expresión, manchas, pequeñas arrugas, …

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